26 enero, 2013

Ficciones



No existo. Alguien me dibuja con palabras: aspecto, ser, historia. Alguien lee ese texto. Ahora soy, hasta que ese lector me olvide. Muero hasta que alguien vuelva a leerme.

3 comentarios:

  1. Me gusta el juego metaficcional de este relato, Diego, porque apunta a algo en lo que -todos los que hemos jugado a juntar letras- hemos pensado alguna vez, la vida del personaje (si es que es vida).

    Un saludo,

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  2. Gracias por el comentario, Pedro. Tiendo a creer que al menos algunos personajes adquieren vida propia, pero que la la mayoría puede tener atisbos como estos. Quizás nada más seamos como ellos.

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  3. Siendo un texto tan cortito y con chispa. Cómo no te voy a leer.
    No te mueras que de allí no se vuelve.

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