
Ella, esperanzada, cerró los ojos y besó dulcemente al anfibio repugnante. Percibió un fluido viscoso adhiriéndose a sus labios y le repugnó el aliento pútrido del batracio. No obstante, prosiguió con el beso. Abrió los ojos para contemplar al caballero deslumbrante. Era realmente hermoso: un auténtico gentilhombre. Él la miró espantado y huyó a perderse.
Buen final alternativo, Diego, al cuento clásico.
ResponderBorrarUn saludo.
Me gusta la idea de darlo vuelta todo.
ResponderBorrarY yo soy el primero en confesar que ya estamos de cabeza.
Lo leí en un ejercicio del Cpech y te lo prometo que cuando me reí todos me quedaron mirando con cara de 'esta mina esta loca'.
ResponderBorrarPD: Buen blog y me quedo por aqui :D
Lina, estos micros y otros 150 están en el volumen LAS NUEVAS HADAS que se encuentra en librería
ResponderBorrarsaludos!