Final trémulo
Sumergió la pluma y escribió un
breve poema para despedirse, una especie de haiku. Se sacó los zapatos de
tacón, la única prenda con que su creador la dibujó, y fue sumergiéndose
lentamente en el mar de negra tinta donde estaba destinada a desaparecer.
Gracias Julio David, tu comentario da origen a muchas historias potenciales. Es muy hermosa y atractiva la imagen que propones
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