
Estoy seguro de que lo hizo por joderme. Nadie se empareja de buenas a primeras con un chimpancé, aunque sea estrella de televisión. No podía ser mera coincidencia que acabáramos de terminar nuestra relación después de tantos años. Mi primera reacción fue cuestionar su vínculo legal, pero se me vinieron encima las organizaciones antixenófobas y las protectoras de animales. Me libré por poco de la cárcel. Luego intenté por las buenas, mas ella me dijo que amaba a su monito. Le pregunté qué tenía el macaco que yo no tuviera y casi muere con el ataque de risa que le vino. El simio le devolvió la mirada de complicidad y le cerró el ojo. Ahí abandoné la contienda.