27 diciembre, 2013

La hormiga atómica

La hormiga atómica transforma la radiación en cielo azul, la sombra en destellos, el dolor en fortaleza. Asciende la montaña inaccesible animada por sus sueños y su fe enorme, porque sabe que al final vendrá algo bueno. Convierte la saudade en aire para sus pulmones ahogados, la angustia en manantial de imaginación, la incertidumbre en lucidez. Destruye la rabia para transmutarla en solidaridad y en pena. A puñetazos revienta la oscuridad para  tornarla en luz, luz, brillante luz que ilumine su camino.

15 diciembre, 2013

Lengua de origami

Poseía la habilidad de dibujar figuras plegando la lengua de un modo inconcebible. Por ejemplo, podía formar un rosado flamenco batiendo sus alas. Increíble. Un rinoceronte blanco pastando en la llanura atento a cualquier presencia peligrosa. La catedral de Rouen al atardecer, el amanecer y medio día en cualquier estación que escogiera su interlocutor. Un computador donde podías escribir mensajes a tus amigos por todo el mundo. O hasta este microcuento que lees ahora, incrédulo lector. 

10 diciembre, 2013

Soberbia 2

Bella, arrogante, se consideraba muy viva. Así era ella. Se creía la muerte.

Sin embargo, cuando la enterré, dejó de sonreír. Le faltó confianza.

30 noviembre, 2013

Soberbia

Se creía la muerte. Le di la razón.

22 noviembre, 2013

Caballeros y dragones: la verdadera historia

Érase un dragón cuya fama consistía en cazar a los armados caballeros que pretendían acabar con su especie. Naturalmente, se trataba de un dragón muy gallardo y poderoso, invulnerable para las armas de acero de los humanos. Coleccionaba las cabezas de los desgraciados combatientes y las acomodaba sobre un mesón enorme. Allí se equilibraban torres de cráneos con sus respectivos yelmos. Con el tiempo, los caballeros fueron exterminados y se inició el reino de los dragones, que tras unas décadas acabaron por devorar al último humano. Ahora apenas quedan algunos vestigios de su civilización, a punto de ser olvidad.  Esta crónica se escribe para eterna gloria de nuestra imperecedera raza de dragones. 

16 noviembre, 2013

Tzanza 1

Aquel señor tenía cabeza de tzanza. Difícil de creer, pensará usted, pero así era. En todos los demás aspectos era completamente normal, excepto de la cerviz hacia arriba. Sobre el albo cuello de la camisa se instalaba aquella versión jibarizada de una cabeza humana, pequeña, ridícula y grotesca. Imposible de disfrazar… o disimular.
Tenía los ojos entrecerrados, como si habitara un sueño grato. Gruesos labios, pelo tieso y oscuro.

Me examinó desafiante. Sostuve su mirada. Los labios de la tzanza se estremecieron. Pensé que iba a dirigirme la palabra para maldecirme o predecir el futuro. Algo dijo, pero me resultó ininteligible. Se fue con gran priesa y desapareció entre los miles, millones de ciudadanos que recorren la ciudad en todas direcciones. El refugio perfecto.

08 noviembre, 2013

La maniquí

El día está precioso. Tras calzarte un vestido breve, te bajo al jardín. De pie te coloco junto a la fuente de agua en perpetua circulación. Tu mirada de niña luce un poco triste. Hago que mires hacia un punto indefinido del horizonte. Las horas transcurren en armonía. 

01 noviembre, 2013

Halloween

Se desnuda y coloca una lechuza sobre su cabeza. Tan hermosa es, que aún así, y cubierta de escamas, resulta electrizante. No me disuaden ni los arácnidos que caminan sobre su piel fría, ni las uñas filosas como cuchillos, ni la mirada cargada de fuego que ahora me dirige. Camino hacia ella, a sabiendas del final.

26 octubre, 2013

Transiciónsauria

Cuando el presidente encargado de hacer  la transición despertó, el tiranosaurio todavía estaba allí.

18 octubre, 2013

Aquí llueve

Dentro de mi pieza llueve copiosamente. En cambio, afuera brillan el sol y un cielo azul. Acá hasta rayos caen, granizo, nieve, gruesos goterones. Un auténtico vendaval.

Tal vez aquí reine el clima de otra ciudad. Quisiera saber cuál para informarme acerca de los pronósticos. 

12 octubre, 2013

Encuentro poético

El poeta estaba en su refugio subterráneo, solo, bebiendo un vino también solitario. El sitio apenas justificaba llamarlo taberna y apestaba a humedad, tabaco y alcohol derramado. Me senté junto a él, sin dirigirle la palabra, y me lo agradeció con un suave asentimiento. Largo rato bebimos a ritmos dispares, sin separar los labios para otra tarea que consumir licor en tragos rápidos y urgentes. Así pasó mucho tiempo, pero no sé cuánto. No vino nadie. Finalmente él decidió irse, pero antes ejecutó una reverencia. Me quedé esperándolo, todavía no vuelve.

05 octubre, 2013

El muro de los lamentos

La jirafa acudió al muro de los lamentos y se unió al hombre que estaba allí. Descendió un alienígena de su nave espacial y se allegó a los dolientes. Resucitaron Cristo, el Tiranosaurio Rex, Moby Dick y Artajerjes y fueron a desplegar sus quejas con ahínco. Llamaron al Eslabón Perdido y a unos seres del futuro: acudieron. En breve plazo, ante la muralla se constituyó una multitud quejosa, suplicante, como nunca se vio antes, y como jamás habrá de verse. No sirvió para nada. Se fueron agotando. Uno a uno, los emisores de lamentos se fueron retirando. Solo el hombre se quedó ahí. Persistió. No se me ocurre el significado de esta historia. 

28 septiembre, 2013

La era de lo desechable


Desechó a Bárbara por mala de la cabeza, eso dijo, que tenía una teja corrida y se dedicaba por entero a vigilarlo. Lo que no contó fue que ya tenía otra novia: Rebeca. A Rebeca a poco andar se le declaró una sicosis severa: en cualquier mujer veía una  eventual competidora. Eso acabó por pudrirlo y la abandonó de un día para otro. Lo que no contó es que ya tenía una nueva pareja: Antonia. Ella era una actriz famosa, muy bella. Tras unos meses de vida feliz en común, se entregó a la bebida sin restricciones. Alcoholizada totalmente, consumía varios litros de alcohol en una jornada y en el paroxismo de la borrachera siempre lo increpaba por insensible. Como usted ya podrá suponer, Antonia fue despachada sin mayor trámite. Y él  ya se había agenciado a Eleonora, una profesora muy bella. Vea usted como termina esta historia.

21 septiembre, 2013

Insectalismo 1

   
            Yonny abrazó con pasión la causa del insectalismo. Según su ideario, ni siquiera los entomólogos podían sentirse autorizados para –en nombre de la ciencia- disecar especímenes. Aseguraba a sus camaradas que toda especie de insecto estaba amenazada por el espectro de la extinción; con ella vendría el holocausto del planeta y de la humanidad toda.
            Arrastrado por su idealismo extremo, dinamitó la sede donde se llevaba a cabo el Congreso Internacional de Entomología. En la horrenda explosión murieron centenares de científicos, periodistas, autoridades y empleados.
            Una vez apresado, Yonny declaró que la salvación de la Tierra bien valía la vida de unos pocos. Que en el futuro se entendería la razón de su sacrificio y que millones seguirían la senda señalada.

            Fue ejecutado sin apelación a pocos días del desastre. No fue el final del asunto, por cierto. Así se dan las cosas, con arreglo a las incontrarrestables normas que rigen nuestros actos.

13 septiembre, 2013

Mascota caprichosa

El perro se sentó en el sillón y encendió un habano perfumado, mientras el humano acarreaba las pantuflas para depositarlas con humildad a sus patas. El humano lamió la pata delantera que le extendió, condescendiente, el can. Miró las noticias consumiendo el cigarro a grandes bocanadas. Cuando le dio apetito, se encaminó a la mesa para ocupar la cabecera. El humano ya tenía dispuesto un banquete para emperadores. El perro fue zampándose  los manjares uno tras otro, con eficacia sorprendente. Cuando hubo terminado, emitió un eructo con trazas de ladrido; luego partió a ocupar la cama que había sido del humano. Se durmió pronto. Soñó, complacido, que su sirviente lavaba y ordenaba la loza, y que además velaba su descanso. 

07 septiembre, 2013

Antiutopía 1

            El ácaro mutante entró por su oído mientras D dormía, perforó el tímpano para abrirse paso al cerebro. D aulló de dolor y saltó de la cama, desesperado. La molestia pasó pero dejó su huella. D se acostó, inquieto. El ácaro inició su avance; con sus quijadas filosas cortaba e iba devorando la materia gris. D había caído a un pozo de sueños negros y profundos, sin escapatoria. Sus recuerdos se iban borrando a medida que el ácaro realizaba su labor devastadora. Cuando al día siguiente D abrió los ojos, el trabajo estaba hecho y el objetivo cumplido. Se iniciaba una nueva era.

31 agosto, 2013

Cuarenta años de egreso del Instituto Nacional, en su bicentenario

Queridos compañeros del 4º. D, promoción 1973 del Instituto Nacional:
           
            Cuarenta años no es nada, eso es lo que venimos a testimoniar aquí, al reunirnos una vez más, como ya es costumbre, tal como hicimos tanto tiempo atrás, a las ocho en punto de la mañana, para ingresar por la puerta de San Diego tratando de disimular el largo infractor del cabello con toda clase de artimañas, en las que Sescovich descollaba muy por lejos. Algunos llegaban mucho más temprano, una hora antes de la campanada fatal, como Flores, a quien jamás logré superar en lo madrugador, aun cuando me lo propuse. Otros llegaban a la interrogación matutina de francés con don Osvaldo Arenas, que parecía dormir en el Instituto, como si jamás lo abandonara. Pienso que así era: que jamás abandonó ese edificio maravilloso que nos acogió con cariño y sobriedad, con exigencia y con luz, para configurar algunos de los mejores momentos de nuestras vidas. Jamás se deja de ser institutano, y esa es una bendición. Yo imagino que don Osvaldo Arenas y don Ignacio Guzmán caminan por las noches en los corredores que nos acogieron, murmurando lecciones de sabiduría eterna.
            En una entidad con tanta historia y tanto prestigio como el Instituto Nacional, uno solo puede aprender. Aprender de los profesores, del ambiente que se respira, de tus compañeros, de los demás estudiantes. Saber que uno se encuentra entre los mejores es muy estimulante, porque te conduce a no conformarte con lo que te entregan en clases, a ir mucho más  allá de los planes y programas de enseñanza. Compartir tus impresiones sobre un libro o una película con gente ansiosa por saber más es una fuente maravillosa e inagotable. Yo aprendí mucho de ustedes, no solamente de nuestros profesores. Y se los agradezco infinitamente. Es más, sigo haciéndolo.
            Pero hablemos de nuestros maestros, sobre algunos de ellos. Inolvidables, destinados a transformarse en leyenda. Primero entre los primeros, don Osvaldo Arenas, el querido “Chancho Arenas”, denominado así por su condición gruesa y redonda, sus pequeños y vivos ojos de marrano al fondo de los anteojos, los mofletes abundantes. Nos prodigaba coscachos –ora imaginarios, leves como caricias, ora dolorosos y bien reales- mientras nos motejaba de “jetoncitos” con evidente picardía. Mucho más allá de su condición de profesor de francés, nos enseñó lecciones de vida, tolerancia, esfuerzo, persistencia, humanidad. El francés seguramente lo habremos ido perdiendo en este mundo dominado por la lengua sajona, idioma de los negocios y los grandes imperios; pero esas otras lecciones se han asentado definitivamente en nuestras almas: trabajo, estudio, pensamiento, solidaridad, libertad. Me encantaba verlo con su traje café aquellas mañanas cuando nos citaba de alba para tomarnos la lección oral de francés. No dejaba de asombrarme la entrega de un hombre que cargaba ya un saco de años, ese compromiso que conducía a estar allí a esa hora, haciendo algo que nadie le exigía, menos aún, nadie le pagaba, ni le reconocía en aquel momento. Después, ahora, podemos darnos cuenta de lo que hizo con nosotros. Es una lección moral tremenda e inolvidable: hacer por amor algo sin esperar otra recompensa distinta al hecho mismo de prodigarse al  otro.
            Si pudiéramos clonar a mil hombres como Osvaldo Arenas, el mundo sería otro, muy diferente. Distinto y maravilloso. O clonar a un maestro tan imponente como don Ignacio Guzmán, el temible “Perro Guzmán”. Hay muchas formas de grabar una impronta indeleble en la semilla fértil que representa un joven estudiante.
Todavía recuerdo como si hubiera sido ayer el primer día de clases con Ignacio Guzmán. Entró a nuestra sala –por única vez- con esa forma de caminar tan suya, una especie de bamboleo  elegante, majestuoso y proboscídeo, vestido con riguroso traje gris y corbata, y coronado por esa faz de bull-dog de ojillos vivaces y feroces. ¿Cómo adivinar que tras esa apariencia terrorífica se ocultaba un ser de inmensa bondad? Eso era difícil de adivinar. Eso lo supimos mucho después. Sus hijos lo adoraban, jamás los castigó ni les tocó un pelo;  no obstante lo respetaban por esa especie de aureola de poder que circulaba en torno suyo.
No había posibilidad de distraerse un segundo en sus clases, realizadas en su propia sala; nosotros teníamos que desplazarnos hacia allá, con los pies pesados, inquietos, trémulos, como si nos dirigiéramos a una jornada de trabajos forzados. Si te distraías perdías tiempo valioso para resolver los dilemas que nos planteaba, el argumento que le permitía recorrer, fila por fila, el curso completo a la caza de una respuesta imposible. Así desarrolló el ingenio de los sobrevivientes y alimentó las peores pesadillas de Zipper, que prefería desaparecer de sus clases para evitar el extremo sufrimiento sicológico que le representaban. No era el único que sufría nuestro compañero. Todos lo hacíamos. También otros institutanos.
Oscar Castro, gran actor y director del mítico grupo de teatro Aleph, cuyo excelente trabajo dramático se desarrolló en el exilio, cuenta en una entrevista como lo afectó la impronta del Perro Guzmán. Tanto fue el impacto de una de sus preguntas “Cuántas ruedas tiene un trineo”, que tituló así una de las primeras obras de la compañía.
Si no me tergiverso mis recuerdos, fue a Fuchs que le preguntó de zopetón: “Dime tú, por quéee los trineos no se tiran con elefantes, en vez de perros”. No es fácil contestar a esa pregunta, pero más difícil es acallar a nuestro simpático y entusiasta amigo. Esto lograba el Perro con sus preguntas inolvidables. Después supimos que aplicaba el método socrático; nada era casual. Se trataba de una argucia, un elemento destinado a fraguarnos en la búsqueda de la verdad.
Tras el silencio de Fuchs, el Perro dijo, “el de máaas adelaaante” y así habrá recorrido el curso completo llenando de unos imaginarios el libro de clases. SI hubiera puesto de verdad esos unos, jamás habría pasado de curso nadie. Unos pases mágicos bastaban para arreglar las notas, sin generosidad por cierto, y pasábamos jabonados al siguiente semestre. 
 No quiero ni puedo, por razones de tiempo, hacer una revisión concienzuda del perfil de todos nuestros maestros, pero deseo convocar a la antesala del recuerdo a Aníbal González, la “mosca”, que con sus enormes anteojos de grueso marco nos paseó por los misterios más profundos del álgebra. Cuando descubrió, estupefacto, nuestra supina ignorancia acerca del dominio de la geometría euclidiana –inevitable materia de la Prueba de Aptitud Académica- comenzó a hacernos clases especiales, fuera de programa y de horario. Allí se daba el lujo de oponernos el desafío para demostrar sesudos teoremas, algo que nos parecía, al comienzo, misión imposible. De a poco, fuimos adentrándonos en su lógica. Gallardo demostró, en su estilo volado, una enorme capacidad de abstracción y creatividad. Ruz desplegó notables y envidiables habilidades para resolver esa clase de dilemas, frente a los cuales la solución de un problema de la PAA se convertía en un juego de niños.
Justamente, el once de septiembre, nos encontró en clases con Aníbal González. Quedamos estupefactos ante el anuncio de lo que estaba aconteciendo en nuestro país. Intuí, ya estaba en el ambiente, que iba a ser un trauma mayor que dejaría honda y terrible huella en la historia de Chile. Así fue, por desgracia. Es un hecho que la dictadura militar llevó a cabo crímenes inaceptables, tortura, desapariciones, exilios, persecución, cesantía, censura. Estos actos no los considero susceptibles de justificación, ni en Chile ni en ninguna parte, ni en nombre de dioses, ni partidos, ni reyes, ni causas nobles o justas, y menos de la patria. Espero que nunca más ocurra algo así en nuestro país.
Soy un hombre de izquierda desde aquella lejana época, ustedes lo saben, así como también soy un institutano, ingeniero, demócrata cabal, padre, pequeño empresario y sobre todo escritor de novelas y cuentos, que es la más grande pasión de mi vida.
Lo que viene en seguida, ya lo dije antes en un artículo escrito a propósito de la honda impresión que me produjeron los jóvenes que corrían alrededor del palacio presidencial con el lema EDUCACIÓN PÚBLICA GRATUITA Y DE CALIDAD, pero creo que merece repetirse.
“¿Por qué quise estudiar allí?, me pregunto hoy, cuando vengo recién volviendo de una visita al Instituto –la friolera de cuarenta años después que di mis primeros trancos en sus pasillos, en marzo de 1971- ahora en toma por los estudiantes que exigen educación pública gratuita. Y lo que viene a mi memoria me estremece. Yo quería estudiar allí para servir mejor a mi patria. Ansiaba convertirme en un profesional o un científico que contribuyera a que mi país fuera más grande, justo, culto, rico y solidario. Lo que más yo ansiaba a los catorce años es que Chile fuera un lugar maravilloso… en el lejano año 2000. Y entendía que aquella quimera era una tarea que requería del empeño de miles, de millones”.
“Miro a mi país y el único deseo que se ha cumplido es el de una nación con más riquezas. En las demás categorías, por desgracia, hay que reconocerlo, hemos descendido. La riqueza está en manos de unos pocos; la competencia sustituyó a la solidaridad; la farándula desplaza a la cultura, en fin, sigue habiendo mucho por hacer”.
Lo que creo en el fondo de mi corazón y mi entendimiento, es que más allá de cualquier legítima y bendita diferencia que tengamos, es que creemos que la formación que recibimos en el Instituto Nacional nos hizo mejores personas. Eso lo merecen todos los jóvenes chilenos. Eso es lo que hará nuestra patria más grande y más bella: la igualdad de oportunidades desde la base fundamental, que es la educación.
“Labor omnia vincit”, queridos compañeros. Ese lema murmuran esos maravillosos fantasmas que recorren los pasillos de nuestro colegio republicano, nacido junto con la independencia, por obra y gracia de ella, como uno de sus actos fundacionales: crear el primer foco de luz de la nación. Se lo debemos a nuestros padres y a nuestros maestros. En este singular aniversario, cuando nuestro querido colegio cumple dos siglos de vida, me permito augurar tiempos mejores, grandes y enormes esperanzas. Que la cultura, la humanidad, el pensamiento, la tolerancia, la libertad –los bienes más importantes, aquellos que nos hacen realmente humanos- prosperen en nuestra patria y se derramen sobre cada ciudadano, sin distingos ni mezquindades, así como el sol que nos acaricia cada mañana que la vida nos regala. Un gran abrazo para ustedes, lo digo con toda mi alma, desde el fondo de este corazón viejo con tanta historia, aunque pleno de jóvenes esperanzas de un mundo mejor. Cuarenta años no es nada, de eso estoy seguro.

Diego Muñoz Valenzuela, 24 de agosto de 2013
discurso pronunciado en nuestra celebración anual del 4o. D, promoción 1973


24 agosto, 2013

Ángeles por ahí

            Vi al ángel caminando por la calle. Lo seguí, porque me pareció una oportunidad única. Dobló en una esquina muy oscura. Eché a correr tras él y desde entonces vivo en este mundo donde no hay nadie como yo, solo seres alados y celestiales.

17 agosto, 2013

Equilibrio

          Sobre la espalda del mono de cola larga, un chivo parado en dos patas. En su cabeza, un soberbio gallo cantando. Al frente suyo una mujer danza. Yo miro, hago el registro. Soy invisible.

10 agosto, 2013

Intertextual demente


            El día que lo iban a matar, Gregorio Samsa despertó convertido en un monstruoso dinosaurio. Concluyó que lo más probable es que fuera a convertirse en mariposa o en filósofo, pero llegó Circe y lo transmutó en cerdo. Huyó y estuvo alimentándose de manzanas envenenadas. Años después una princesa lo halló mutado en sapo, pero se resistió a besarlo. Ahora os preguntaréis por quién doblan las campanas. Escoja su final entre las alternativas siguientes:

A)   Santiago Nazar
B)  Ulises u Odiseo
C)   Augusto Monterroso
D) Gregorio Samsa
E)  Todos nosotros

02 agosto, 2013

Enemigo en casa

Cuando entro a mi casa, lo primero que veo es el muñeco despaturrado sobre el sillón del estar, con elegante traje y corbata, traspasado de alfileres de puntas perladas y redondas. Aún así como está, clavado y carente de vida, me observa con su mirada muerta. Entonces siento las puntadas, aúllo de dolor, pero mi voz no alcanza a salir de su fosa negra y profunda.

27 julio, 2013

Sorpresas en casa

Ve que la habitación de su alcoba está prendida y eso lo intranquiliza, porque vive solo. Cabe la posibilidad de que haya olvidado apagar la luz. Con cautela abre la doble chapa de la puerta y pone atención. Solo escucha un ominoso silencio. Sin cerrar la entrada, camina con lentitud hacia el dormitorio. La luz lo enceguece por un instante. Cuando logra ver, descubre miles de ojos por todas partes: colgando del techo, cubriendo la cama, instalados en el velador, las paredes, los cuadros. Blancos, esféricos, clavándole sus pupilas con calculada fijeza, como si esperaran la respuesta a una pregunta formulada hace mucho tiempo. Quizás la he olvidado, murmura. Piensa en escapar, pero no puede moverse. Siente que la puerta se cierra con llave. Los ojos parpadean intermitentemente, sin dejar de observarlo. Ha leído esta historia, pero no recuerda el final.

21 julio, 2013

Crónicas singulares

Del huevo salió un cangrejo pequeño que corrió hacia el mar como si siempre hubiera sabido que estaba allí. Se sumergió y devoró una gran cantidad de plancton que lo hizo crecer tan desmesuradamente  que estalló. De su vientre emergió un roedor que moviendo a todo dar sus patas logró llegar a la orilla e internarse en la espesura. Lo atrapó un mago de feria y lo entrenó para su espectáculo. Con el tiempo, el roedor no solo engordó, sino que aprendió a hablar. Nadie creyó esto y se suponía que el mago era, además, ventrílocuo.  De todas maneras, el mago enriqueció. El roedor recibía un salario de alimento y nada más. Una noche, se introdujo por la boca del mago y devoró su cerebro. Así tomó el control de su cuerpo, viviendo en su interior y utilizándolo como marioneta. En un viaje al África, un cocodrilo devoró al mago. Unos días después, puso un huevo, ahí termina esta historia. O comienza. Qué sé yo. Usted está leyendo.

13 julio, 2013

Extravíos graves 2

 
          En cambio yo extravié mi alma en un centro comercial, tras una ardua jornada de adquisiciones. Recién me vine a dar cuenta de regreso en la casa, cuando terminé de descargar la maleta del auto repleta de paquetes. De pronto me sentí vacío, como si careciera de interioridad y toda mi existencia se basara en meras superficies: posesiones, posiciones, relaciones, riquezas. Nada de eso puedes llevártelo donde sea que vayamos a la hora de la muerte. En ese momento solo importa que tengas tu alma contigo, aunque después solo viniesen la oscuridad, el silencio y la inmovilidad. Ahora pienso que voy a estar sin mi alma a esa hora. Trataré de encontrarla, ¿pero dónde? No creo que ande de compras, a ella no le interesaba esa clase de asuntos. También he perdido la esperanza, ya ve usted. Si haya un alma perdida, acójala por favor, aliméntela con sabiduría y amor. Podría ser la que yo he perdido.

06 julio, 2013

Extravíos graves 1

Perdí mi alma en los burdeles. Hay quienes han perdido otras pertenencias allí; conozco a un poeta que perdió su juventud allí. Uno cree que ciertas cosas le pertenecen, pero no es así, y es doloroso comprobarlo. Ya le ofrecido dos buenos ejemplos, no requiero argumentar más.
Una noche perdí mi alma. Ni siquiera recuerdo en qué lenocinio la habré extraviado, porque recorrimos varios. Se habrá quedado por allí, medrando, oculta en un ropero desvencijado y maloliente, adicta al voyeurismo.

Quizás dónde andará ahora mi frágil alma, como una helada voluta de humo, disfrutando la carcajada falsa de las prostitutas, su temeraria forma de enfrentar al mundo, con la alegría dibujada en el rostro a fuerza de trazo de maquillaje.

29 junio, 2013

Sorpresas te da la vida

Delgada, de piel alba y piernas infinitas. Sus ojos profundos me cautivan al instante. Siento que puedo hundirme en esa mirada y disolverme en la nada. Basta que sacuda sus largas pestañas para enloquecerme. Caigo de rodillas, prosternado, y me aferro a sus piernas demasiado huesudas. Su falda se entreabre para revelar la realidad. Entonces oigo el acero cortando el aire y alcanzo a percibir la refulgencia de la guadaña. Debí adivinarlo…

22 junio, 2013

Voyeur fracasado

En sus bellísimos senos, en lugar de pezones, tiene un par de ojos cautivadores que me observan con fijeza. Esto logra inhibirme. Apenas puedo verla con el rabillo del ojo unos instantes. Resulta imposible sostener esa mirada.

15 junio, 2013

Ángel para un final

El maldito ángel tenía los ojos pintados, usaba pestañas postizas y estaba plagado de piercings por todas partes: orejas, mejillas, cejas, nariz, hasta del cuello le colgaban varios. Tenía el pelo largo y teñido de rosado. Me sonreía con presunta beatitud. Abrió sus alas blancas y me dejó ver su cuerpo lampiño, con su pequeño sexo de Cupido entre las piernas.
-Vengo a buscarte –dijo con voz de afeminado-. Te ves sorprendido. ¡A que esperabas a otro!
-Al demonio esperaba, cabrón –respondí furioso-. No quiero partir a un cielo plagado de maricones.
-Bueno, no puedo obligarte. Ya te arrepentirás, estoy seguro de que vas a arrepentirte –hizo un gesto de diva a título de desprecio y se esfumó.
Me quedé solo, ahí, pensando en lo que vendría.

02 junio, 2013

Riesgos de la desmemoria

                   
Partió al trabajo en su automóvil. A mitad de camino se le olvidó adónde iba. Siguió en línea recta un trecho en la esperanza de recordar su destino. No pasó nada. Se devolvió, decepcionado y triste. Después de un rato descubrió que había olvidado donde vivía. Se ofuscó: ¿cómo era posible tanta desmemoria? Confundido, decidió que era apropiado ir al médico y enfiló hacia una clínica que bien pronto se borró de su mente, igual que su nombre. Olvidó cómo manejar el vehículo que conducía. Incluso perdió el lenguaje y no pudo gritar en su último momento.

26 mayo, 2013

El Cyborg llegó a Italia

En Mayo de 2013, Diego Muñoz Valenzuela viajó invitado por la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de relaciones Exteriores a la Feria del Libro de Turín para presentar Fiori per un cyborg, la traducción de su novela Flores para un cyborg. El libro fue publicado por la editorial Atmosphere Libri con una traducción del profesor Danilo Manera de la Universidad de Milán. Chile fue el invitado de honor del Salón del Libro de Torino y en su marco Fiori per un cyborg fue presentada el 18 de mayo.
            Flores para un cyborg fue publicada en 1997 por Mondadori, después que en 1996 ganara el Premio a la mejor novela inédita (Premio Mejores Obras Literarias) que concede anualmente el Consejo Nacional del Libro, reconocido como el más importante en Chile. La novela marca un momento especial: el retorno de la ciencia ficción a la escena literaria nacional después de un largo silencio de casi tres décadas.
En Flores para un Cyborg se combinan elementos de la ciencia ficción, el género negro y la novela social moderna. Una trama delirante conduce a un androide a trasponer el límite que separa a máquinas y humanos, haciendo realidad el sueño de la inteligencia artificial.
En la fotografía, de izquierda a derecha: Roberto Brodsky, Pablo Simonetti, Danilo Manera y Diego Muñoz Valenzuela en una mesa redonda sobre narrativa chilena actual efectuada el Salón del Libro.
Tom, el cyborg, es construido por Rubén, un científico que aprovecha el exilio para hacer un doctorado en robótica. Rubén diseña a Tom para contradecir las limitaciones de sus obtusos profesores y para superar la soledad que siente lejos de su patria. Terminada la dictadura de turno en su país, retorna con el cyborg, cuya existencia es mantenida en secreto gracias a su aspecto y comportamiento humanos.
El regreso será una prueba de fuego no sólo para esta dupla, sino para todos quienes los rodean. En la tierra de Rubén sobreviven las heridas de una larga represión. Los antiguos torturadores son prósperos hombres de negocios, el narcotráfico y la corrupción prosperan y los políticos –carentes de convicciones- se preocupan sólo de su bienestar.
En la fotografía, justo al escritor Oscar Bustamante, en una mesa redonda en la Universidad de Milán.
En 2003 Flores para un cyborg fue reeditada en Chile por RIL. En 2008 fue editada en España por EDA Libros. Vuelve a ser reeditada en Chile en 2011 por Simplemente Editores, junto con la primera edición de la novela que continúa la saga: Las criaturas del cyborg. Ahora llega a Italia gracias a Atmosphere Libri.
           

19 mayo, 2013

Pesadilla con SS


El tipo tenía rostro duro y frío. Vestía de negro, como un cuervo maligno.
-Arben eitel, mein stumpführer -vociferó indicando en una dirección que yo no quería tomar.
Rehusé moviendo la cabeza hacia los lados.
-Ander arben eiten, jude! –aulló fuera de sí
Me sobrevino un fulminante ataque de risa.
-Arbeit macht frei, jude! –amenazó con golpearme y me puse en frente suyo, desafiante.
Extrajo de su bolsillo una legra Luger con la clara intención de emplearla. Le apliqué una lleve de judo y un golpe de karate para desarmarlo. Le metí el cañón de la pistola por el culo. Quedó llorando, solo y desconsolado. Nunca me han gustado los cobardes.

26 abril, 2013

Transporte cotidiano


El tren subterráneo es un instrumento de tortura perfecto y deliberado en todos sus aspectos. Por las mañanas inicia brutalmente al ciudadano en los afanes cotidianos: empujones, asfixia, codazos, hedores y otras experiencias ingratas. Apenas, exhausto, comprimido, el ciudadano logra salir a último momento en la estación más cercana a su trabajo. Tras soportar la agotadora jornada –exprimido y transformado en rugoso limón reseco- sale corriendo como escupo para regresar al oprobioso sistema de transporte. Ingresa, tras larga espera,  al sexto carro a fuerza de empellones. Soporta manoseos y hurtos, alientos nauseabundos, conversaciones idiotas. Cuando al fin, convertido en estropajo y a punto de fenecer, consigue salir del tren para caminar, cabizbajo, de regreso a su casa, desprovistos de sueños, anhelos, amores y –sobre todo- de esperanzas.

20 abril, 2013

Crisis mundiales



Dio un solo paso en la calle mientras el diez por ciento de las acciones que conformaban su paquete de inversiones previsionales caía a la décima parte de su valor. Miró la vitrina de una tienda para escoger una chaqueta justo en el momento que de derrumbaba el banco extranjero donde tenía invertida una fuerte suma en fondos mutuos. Entró a la tienda justo cuando la crisis europea alcanzó el pináculo de su prodigioso derrumbe, generando una corrida bancaria de proporciones que iba a causar la quiebra del banco nacional donde mantenía sus ahorros y todas las demás cuentas. Escogió la chaqueta más cara, que era la más bonita ciertamente, y quiso pagar con su tarjeta de crédito, pero la transacción salió rechazada, y todos lo hallaban de lo más extraño. En eso comenzó la tercera guerra mundial y comenzaron a volar misiles en todas direcciones, y nuestro personaje no pudo comprar la chaqueta que anhelaba. 

18 abril, 2013

Una propuesta cultural: deuda pendiente con el futuro y con el país


Cultura y desarrollo: un vínculo potente

Cuando en los discursos políticos que forman parte de la campaña electoral de fines de año, campean conceptos como equidad (como opuesto a desigualdad) y crecimiento (entendido como desarrollo económico), algunos echamos de menos –una vez más, tal vez con pertinaz ingenuidad- alguna mención a la palabra cultura.
Nadie podría desconocer la necesidad de seguir creciendo en términos macroeconómicos –ergo, que aumente el Producto Geográfico Bruto- y que en su ascenso, ojalá vertiginoso, arrastre el Ingreso Per Cápita a niveles envidiables dentro de América Latina. No obstante, bien sabemos que la desigualdad en la distribución de la riqueza es un fantasma que empaña esta fiesta del crecimiento.
De otra parte, sabemos también que reestructurar el sistema educacional, tanto para generar bases de equidad y desarrollar al máximo a todos nuestros jóvenes (no solo los de los grupos privilegiados por el reparto de la riqueza), es una tarea clave para cualquier gobierno.
No obstante, no se habla de la imperiosa necesidad de elevar nuestros niveles culturales, porque de ellos dependen –ni más, ni menos- nuestros niveles de conciencia, comprensión del mundo, autonomía intelectual, creatividad, iniciativa, participación y organización social, por mencionar solo algunas de las dimensiones más importantes.
El crecimiento económico está también ligado al nivel de conocimiento y raciocinio de las personas, no solo a factores financieros, estratégicos o de emprendimiento. La cultura, la imaginación, el dominio del lenguaje, la sensibilidad hacia el arte son elementos claves para reemprender una sólida marcha hacia el objetivo de convertirnos en un país desarrollado.

Qué hacer en materia cultural

En los gobiernos democráticos iniciados en 1990, se estableció una superestructura cultural caracterizada en esencia por una política asistencialista: la distribución de recursos públicos mediante concursos de proyectos, donde actúan como evaluadores especialistas de diversas áreas. Esta política convive con la cuasi renuncia del Estado a ejercer algún rol directo en materia de acción cultural, con muy pocas excepciones. Este último punto es el que me motiva a escribir estas líneas, porque tal omisión me parece que daña de modo severo el desarrollo cultural de Chile en los términos antes señalados.
Esta omisión o renuncia a tener un protagonismo cultural, ha llevado, por ejemplo, a la desaparición de La Nación; y antes de la Época o el Fortín Mapocho, baluartes periodísticos en la lucha anti dictatorial y en el ejercicio concreto de la libertad de expresión. De este modo, quedamos sometidos al imperio de los monopolios de la información, que actúan en todos los ámbitos de los medios de comunicación. ¿Cómo puede el Estado chileno contribuir a que la libertad de prensa sea una realidad en Chile? Eso me gustaría escuchar que un candidato lo propugnara como parte de su campaña.
Habría que preguntarse para qué tenemos un canal nacional de televisión que en nada se distingue de los demás canales: ni los contenidos que transmite (muy degradados en su mayoría, infectados por la farándula y la superficialidad), ni en la pluralidad real de los puntos de vista (son siempre más o menos los mismos los que actúan en el núcleo de las pantallas). Para qué seguir. Lo que necesitamos es un canal nacional sin publicidad, eminentemente cultural, pluralista, informativo. Que las principales universidades que merecen el nombre de tales, vuelvan a tener canales de televisión. Me gustaría escuchar un candidato que propusiera esto.
¿Por qué no podríamos tener una Editorial del Estado que permita llevar libros de bajo costo y alta calidad a todos los rincones del país? La necesidad y pertinencia de los textos, la calidad del material (contenido y forma), son variables que pueden ser acordadas por especialistas en educación y en literatura. No es necesario crear una estructura estatal enorme: la producción física podría externalizarse para impulsar el sector editorial privado, acaso fuese la opción más conveniente. 
¿No podrían ser parte de los programas educacionales de todas nuestras escuelas y liceos (y por qué no también las universidades) las visitas de escritores a las aulas? ¿Quién puede transmitir con más entusiasmo la pasión por el dominio del lenguaje que un escritor? Esto ha sido demostrado en múltiples experiencias de contacto directo entre jóvenes estudiantes y escritores. Previamente se motiva a los estudiantes y profesores mediante una lectura pública. Después se trabaja con los profesores para vincular la creación de un grupo de escritores a sus programas, entregándoles materiales y guías de trabajo. LA visita del escritor al curso para conversar en forma directa es el tercer paso. En muchos casos se han realizado talleres de varios meses de duración con los estudiantes más interesados y con habilidades para la escritura.
Asimismo, la eliminación del IVA a los libros que actúen como vehículos de educación y difusión de la cultura y el pensamiento, debiera formar parte de una estrategia integral de desarrollo del país.
Podría agregar otras ideas a este recuento, pero las enunciadas aquí aparecen como buenas y efectivas en términos de su impacto potencial para el desarrollo del país. Aquí las dejo, por si generan algún debate. Y sobre todo, por si alguno de los candidatos en campaña quisiera recogerlas para su programa. Estoy cierto que muchos intelectuales y artistas contribuirían con gusto a su implementación.


Diego Muñoz Valenzuela, escritor. Ha publicado tres novelas y ocho volúmenes de cuentos en Chile. También tiene libros editados en España, Croacia e Italia.  Ha sido incluido en antologías y muestras literarias publicadas en Chile y el extranjero. Cuentos suyos han sido traducidos al croata, francés, italiano, inglés y mapudungun. Distinguido en diversos certámenes literarios, entre ellos el Premio Consejo Nacional del Libro en 1994 y 1996.

14 abril, 2013

Pajarilla de origami


Con tantos cuidados que pueden llamarse amor de tan excelsos, fue plegando el papel con arte extinto hasta formar la pajarilla perfecta, armoniosa, alba. Extasiado contempló la perfección salida de sus manos y cayó de rodillas ante ella, como si fuera una divinidad. Ella vio sus lágrimas, mas no fueron suficientes para retenerla en esa tierra. Desplegó el vuelo y abandonó a su creador. En sus primeros aleteos lo olvidó del todo, como si jamás hubiera existido.

06 abril, 2013

Xenofobia 1


Cada día vienen más extranjeros, es una horrorosa verdad cotidiana. Quienes advertimos a tiempo el peligro, no fuimos escuchados. Lamentable. Ahora solo resta quejarse.
Los marcianos apestan a una mezcla de estiércol y amoniaco. ¡Qué decir cuando eructan! Y para empeorar las cosas, suelen andar con sus famosas jaulas de iguanas para servirse un bocadillo. Se las comen vivas, dentelladas furiosas; es un espectáculo horrible.
Los venusinos son peores. Como permanecen en estado de combustión, exhalan un pesado hedor a azufre. El impacto equivale a sumergirse en una cloaca. Son agresivos, detestan a quienes los observan; por eso me he ganado más de una quemadura severa.
A los marcianos basta con envenenar a las iguanas, que son idiotas y tragan lo que sea.
A los venusinos hay que rociarlos con espuma anti incendios bien helada y mueren por congelamiento. Luego los golpeas, se trizan y estallan en mil pedazos.
Por las noches me consagro a la noble tarea de exterminarlos. Aún no me descubren. Y voy ganando adeptos. Espero mantener la suerte.

29 marzo, 2013

Los huevos del conejo


Cansado de tanta algarabía consumista, al fin el conejo se rebeló. Fueron más de dos milenios de servilismo. Estaba hasta los huevos. Bañó bombas de racimo y granadas en chocolate y las envolvió en papel plateado de colores. Durante su noche partió a repartirlas en bancos, centros comerciales, universidades privadas, iglesias, fundaciones benéficas, medios de comunicación. A la mañana siguiente la ciudad recibió la fecha sagrada con gigantescas explosiones. El conejo habló por cadena nacional para anunciar un tiempo nuevo. De entrada, dejó claro que tenía los huevos bien puestos.

24 marzo, 2013

Crónicas subterráneas 1


La vi en el tren subterráneo. Llamaba la atención por el pelo teñido tan mal de rubio y la falta cortísima para enseñar unos muslos granulosos y ásperos. Sus pies terminaban en unos zapatos de taco muy alto, abiertos en la punta por donde trataban de escaparse unos dedos largos y flacos, de uñas carmín. Fue un trayecto largo. Nunca dejó de hablar por su teléfono portátil, un auténtico prodigio  tecnológico. Llamó a una amiga para que la fuera a ver a la casa. A la mamá para saber en qué iba la teleserie. A un pretendiente para regañarlo por su silencio. A otra amiga para ir al cine. A un compañero de trabajo para preguntarle qué estaba haciendo. A un tipo para convenir a una cita. Hablaba en voz alta, como para que uno la escuchara. Tampoco economizaba palabras. ¿Podría estar el silencio? Eso me pregunté. ¿Quedarse con ella misma? ¿Hablarse? Se bajó hablando, ya no pude saber con quién. Cojeaba un poco el pie derecho. Quizás le dolían esos dedos sobresalientes.

16 marzo, 2013

Departamento tomado


Los insectos se instalaron en la terraza de su departamento sin tener en cuenta la voluntad de su dueño. Eran feos, alados, armados con aguijones ponzoñosos y mandíbulas vigorosas. Su presencia lo horrorizó y debió armarse de valor para enfrentarlos. Antes debía elaborar un plan: procedió en consecuencia. Construyó un arma para atraparlos y electrocutarlos uno por uno, o por grupos pequeños; una especie de raqueta energizada. Resultó un método eficaz, muy satisfactorio para sus inclinaciones sádicas. Los fue exterminando en rápidas incursiones, ataques inesperados propios de la guerrilla, y así erosionó sus fuerzas. Igual los insectos se defendían con ardor y trataban de atacarlo, sin éxito, para fortuna de él. Los enemigos fueron menguando, aunque igual en ocasiones  lograban traer refuerzos, Por fin desaparecieron. Entonces el habitante del departamento comenzó a extrañarlos. Su vida regresó al tedio cotidiano. Cada día vigila la terraza, esperanzado en su retorno.

02 marzo, 2013

57 años después


Definitivamente me reconocieron. Alcatraces, gaviotines, pilpilenes, zarapitos, cormoranes, gaviotas. Volaron para mí, pescaron, flotaron en el viento del mar. Vinieron lobos marinos y toninas. La arena negra me azotó el rostro y las piernas. Todo seguía en su lugar, excepto yo.

Febrero 2013, Constitución

16 febrero, 2013

La piscina del vecino


El vecino de enfrente llegó hace menos de un mes. Había hecho recomponer la casa y también la piscina del patio trasero. Seguimos los detalles acuciosamente atisbando por encima de los muros.  Es un tipo callado y tranquilo, de apariencia muy pacífica. Ayer fuimos con mi hijo Emilio  a mirar por detrás y lo vimos nadando vigorosamente; no al vecino, sino a su enorme mascota, una especie de morsa. So exclamó Emilio: ¡una morsa! No es una morsa, establecí yo, sino un manatí. Emilio investigó en la red y triunfante me anunció que no era un manatí, sino un dugongo, que son más pequeños y proceden de Asia, no de América.  ¿Para qué tendrá ese dugongo?, inquirió Emilio. No seas intruso, que eso es feo., le respondí. Ahora no puedo dormirme pensando en el dugongo.  Tal vez mañana me anime a preguntarle al vecino. ¿No lo haría usted?

07 febrero, 2013

Enigma con escaleras


Bellas escalas de madera que van a ninguna parte, sombreros hongo flotando, hombres viejos encaramados en zancos, telescopios, conejos. Todo esto es tuyo, dice la ronca voz invisible, y estará en tus manos si te acercas. Y hay cielo también, y sirenas y risas flotando en el aire; eso lo digo yo. 

30 enero, 2013

El pelmazo


Lo levanté del piso y lo puse sobre la palma de mi mano. Le di unos golpecitos con el índice y se revolcó de dolor, lloró, suplicó. Un espectáculo gracioso, entretenido. Exigí que cantara. Lo hizo. Y que bailara. También lo hizo. Hasta desmayar de agotamiento. Arrojé un vaso de agua fría sobre su cuerpo exánime. Despertó. Le pedí que cantara mis alabanzas. Obedeció. Me aburrió su mojigatería. Lo trituré. Fue fácil. Era un pelmazo.

26 enero, 2013

Ficciones



No existo. Alguien me dibuja con palabras: aspecto, ser, historia. Alguien lee ese texto. Ahora soy, hasta que ese lector me olvide. Muero hasta que alguien vuelva a leerme.

19 enero, 2013

Llena de pájaros


 Su mujer decía que tenía la cabeza llena de pájaros. Su madre también lo había afirmado desde que era muy pequeño. Y también otras personas, bastantes. El oía tales declaraciones y sonreía como ensoñado, y continuaba en lo suyo, como si nada aconteciera. 
No obstante, cuando su mujer corroboró aquella antigua teoría, él sí se preocupó y fue a practicarse exámenes a una clínica prestigiosa. El escáner de cerebro arrojó un resultado asombroso que convocó a millares de galenos provenientes del mundo entero. En la cavidad craneana, justo en el sitio que debiera ocupar el  cerebro, había una jaula repleta de pájaros de colores que revoloteaban y cantaban como si estuviesen en el paraíso.
El médico intentó calcular muy bien cómo anunciar este resultado al paciente, pero la realidad era la realidad. No había cómo adornarla. Al fin se lo dijo de un tirón. Él se quedó mirándolo, con una extraña sonrisa. “Es lo que quería oír”, dijo. Y se fue silbando como un pájaro, quizás adónde. Lo único claro es que parecía feliz.

12 enero, 2013

Nuevo año con avión


La niña fabricó un maravilloso avión con papeles de todos los colores posibles, lo echó a volar como si fuera un halcón. Libre devino en arcoíris. Pájaros de mil especies lo siguieron en bandadas infinitas y la gente comenzó a sentir esperanzas de que algo realmente nuevo y bueno aconteciera. El avión rompió la barrera del sonido y produjo un estruendo que fue saludado con vítores. Con esa promesa se inició el nuevo año. Después cada persona siguió el ejemplo y realizaron cosas extraordinarias e imposibles. Así comenzó la tradición que cambió nuestro mundo para siempre. Haz tu avión ahora mismo.
 
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