
Flores para un cyborg fue publicada en
1997 por Mondadori, después que en 1996 ganara el Premio a la mejor novela
inédita (Premio Mejores Obras Literarias) que concede anualmente el Consejo
Nacional del Libro, reconocido como el más importante en Chile. La novela marca
un momento especial: el retorno de la ciencia ficción a la escena literaria
nacional después de un largo silencio de casi tres décadas.
En Flores
para un Cyborg se combinan elementos de la ciencia ficción, el género negro
y la novela social moderna. Una trama delirante conduce a un androide a
trasponer el límite que separa a máquinas y humanos, haciendo realidad el sueño
de la inteligencia artificial.
En la fotografía, de izquierda a derecha: Roberto Brodsky, Pablo Simonetti, Danilo Manera y Diego Muñoz Valenzuela en una mesa redonda sobre narrativa chilena actual efectuada el Salón del Libro.
Tom, el cyborg, es construido por Rubén, un
científico que aprovecha el exilio para hacer un doctorado en robótica. Rubén
diseña a Tom para contradecir las limitaciones de sus obtusos profesores y para
superar la soledad que siente lejos de su patria. Terminada la dictadura de
turno en su país, retorna con el cyborg, cuya existencia es mantenida en secreto
gracias a su aspecto y comportamiento humanos.
El regreso será una prueba de fuego no sólo para
esta dupla, sino para todos quienes los rodean. En la tierra de Rubén
sobreviven las heridas de una larga represión. Los antiguos torturadores son
prósperos hombres de negocios, el narcotráfico y la corrupción prosperan y los
políticos –carentes de convicciones- se preocupan sólo de su bienestar.

En 2003 Flores para un cyborg fue reeditada en
Chile por RIL. En 2008 fue editada en España por EDA Libros. Vuelve a ser
reeditada en Chile en 2011 por Simplemente Editores, junto con la primera
edición de la novela que continúa la saga: Las
criaturas del cyborg. Ahora llega a Italia gracias a Atmosphere Libri.