Ulula con gran resonancia el teléfono celular de don Quijote, mas el hidalgo no transige y continúa cabalgando su rocín en derechura. Sancho resopla del otro lado de la línea, a Dios rogando que el caballero tenga a bien responder a la llamada que torciera el acechante destino. Dulcinea espera en la puerta de la iglesia con un ramo de orquídeas y exhala un suspiro al ver al caballero aproximarse al galope en lontananza. Viene por la avenida colmada de gentes que lo vitorean agitando banderillas de La Mancha. “Ella no es quien usted cree que es, don Alonso”, resuella el fiel escudero, “grandes decepciones le aguardan, mi señor, contestadme por la gracia de Dios”. Don Quijote carga con el rostro iluminado, sin hacer caso a la infernal sonaja.
Tomado de "De monstruos y bellezas", por Diego Muñoz Valenzuela, publicado en Julio de 2007 por Ediciones Mosquito
5 comentarios:
Hola Diego:
Sin duda que tu no te acuerdas de mi, han pasado muchos años, sin embargo yo si te recuerdo, en muchas conversaciones en Sociedad de Escritores, tiempo en que preparabamos el viaje al Festival Internacional de la Juventud y estudiantes en la URSS, en donde nuestros sueños de un pais libre eran la converasción diaria, en fín, ahí te conocí junto a Gregory, y bloggeando encuentro tu blog, parece que nos incorporamos al mundo de la vida digital, pero en libertad, jajajaja, otra cosa, soy de Rancagua en donde vive Liliana.
un abrazo
Hola PAto, por cierto que me acuerdo de ti, de peocas inolvidables, un gran abrazo
Diego
El entuerto más complicado de desfacer que ha tendio que vivir en el futuro el gran hidalgo Don Quijote de la Mancha.
Excelente miniatura, ideal para regalársela a los ilusos que se casan.
Llegué aquí gracias google, qué alegría encontrase con la magia de este cuento. Quijano hubiera acometido contra la sonaja y no con los molinos!
En esta epoca nos hacen falta Quijotes para luchar contra el peligro de la superficialidad, el consumismo y la manipulación del establishment
saludos
David
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