13 abril, 2008

Autodestrucción



Está combatiendo contra sí mismo. Y va ganando.

4 comentarios:

Manuela Fernández dijo...

¿Tú crees que va ganando?

Juan Carlos Sánchez dijo...

Hace un tiempo he seguido la publicación de microcuentos tuyos referentes a las cirugías y la intervención corporal. Pienso lo siguiente: ¿Qué se pierde? ¿Quién pierde? ¿Quién es el que desaparece cuando se realiza la intervención? Tengo la mala costumbre de considerarme realista y creo sinceramente que no hay nada que se pueda perder. No creo en la idea de un sujeto fijo. De hecho, adscribo a la tesis lacaniana del sujeto vacío, móvil, imaginario... Creo que cualquier intervención más que destruir la identidad, la crea. Y siento, a la vez, que resulta mucho más interesante la idea de un sujeto creado por sí mismo, a través de la intervención violenta, que un sujeto presupuesto de antemano que se destruye con esa intervención. Se entiende que también defiendo la mentira como la forma de la subjetivación. No importa qué creamos que somos, lo único estimulante de todo esto es que podemos "inventarnos" sin ningún problema. Sólo hay que tener la suficiente fuerza moral para persistir en la mentira hasta que se convierta en verdad.

Anónimo dijo...

Creo muy válidos tus comentarios, Juan Carlos; por eso cambié la fotografía, pues llevaba a una interpretación más ligada a la intervención del cuerpo, más que a la intención de causarse sufrimiento. Respecto de otros textos anteriores, por cierto disparan una discusión extremedamente interesante como la que propones. Sin duda, tu comentario me propone otra forma de ver el tema.

Diego

Sergio P. Migoya dijo...

La paradoja como recurso, el recurso como minificción. Estupendo hiperbreve.

 
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