Programo la última instrucción y el laboratorio robotizado comienza a ejecutar mis especificaciones. En la esfera se forma una espesa masa de neblina dentro de la cual se forma la criatura. Al rato saco al primer perro inteligente. Habla inglés, francés y alemán. Tiene una cultura universal vastísima, a la cual agrega niveles de Ph.D. en cinco áreas de conocimiento. Ciertas modificaciones le permiten hablar. Tiene un carácter dócil, humor genial y es leal a toda prueba. Salimos a caminar por la playa. Corre, juega con las olas, vuelve a mí, salta y me lame el rostro. Me recita en francés un poema de Prevért. Estoy feliz de haber diseñado a una hembra: comienzo a enamorarme. La bautizo Eva. Ella está de acuerdo.
28 marzo, 2008
Paradojas de la Ingeniería Genética
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