22 agosto, 2010

Lepidópteros


A Chuang Tzu le dio por transformarse en vampiro. Hurgó en sus sueños hasta que dio con Drácula. Dejó que el conde lo mordiera y le extrajera hasta el último ápice de su sangre. Chuang Tzu murió a la luz de la luna llena. Al poco rato despertó y se convirtió en mariposa. Trató de seguir al príncipe de la noche, pero este desapareció tras una terrible y humillante carcajada.

Desde entonces se lo pasa libando el néctar de las flores. Las sobrevuela un rato antes dejarse caer con violencia sobre ellas. Las acomete con furor ridículo y procede a libarlas sin compasión. Después, extenuado, se deja arrastrar por el sopor. Y sueña.

2 comentarios:

Abol dijo...

Exquisito.

Víctor dijo...

¿Y qué sueña? Eso da -creo- para otro micro.

Un saludo.

 
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