El microrrelato ha ido ganando adeptos entre lectores y autores en los últimos años. Diego Muñoz Valenzuela es uno de sus tempranos cultores en Chile, desde la década de los 70, lo cual se ha reflejado en su primer libro de cuentos “Nada ha terminado” (1984) y luego en “Ángeles y verdugos” (2002), celebrada colección de microcuentos.
“(el autor) nos ofrece la visión de una ciudad fría e implacable de poderes corruptos con un tono mordaz y un humor desgarrado y cruel. Con cuentos en los que perviven la tradición, las raíces precolombinas, el autor tiene como tema al hombre con sus fantasmas, sus fatuidades, el amor, la vejez, las fronteras entre la realidad y el sueño”. AMALIA VILCHES, profesora UNED, Cádiz, España.
“el microrrelato encuentra en la figura de Diego Muñoz Valenzuela a uno de los cultores más interesantes en el espectro de la narrativa chilena” EDDIE MORALES PIÑA, profesor, Universidad de Playa Ancha.
“El autor perpetra su búsqueda con una imaginación notable. Inventa pequeñas fábulas con un lenguaje somero, sin aspavientos, cuyo punto culminante (como debe ser) es un final imprevisto. Se conjugan así perplejidad y crueldad, en una visión del mundo que no puede sino dejarnos trémulos” IVAN QUEZADA, crítico.
26 mayo, 2007
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