El primer molino aprovechó el
viento a favor para incrementar su galope brioso y cargó contra el corcel
esquelético y ridículo que trató de interponerse en su camino. El segundo
golpeó con furia la armadura del derribado jinete y un tercero lo remató sin
vuelta. El tipo obeso montado sobre las ancas de un burro huyó a perderse. Los molinos
no le prestaron importancia. El capítulo del libro en que usted piensa se aleja
de la verdad.
23 junio, 2012
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