Como bestia se deja caer Jesús
sobre el putísimo Viejo de Pascua, dándole de trompadas hasta que se rompe las
manos con tanto leñazo y comienzan a sangrarle los nudillos con los signos de
la pasión. El viejo de mierda grita y pide socorro, pero nadie viene, porque
todos están comprando en los centros comerciales. Jesús le hace tragar la
corona de espinas, que la mastique el hijoputa, eso le rechina mientras no para
de propinarle un charchazo tras otro. Mercachifle de mierda, retorna a la
concha de tu madre, fuera de mi templo, que nunca nazcas, pendejo execrable, a
otro lado con tus promesas y tu becerro de oro. Por fin lo aporrea con la cruz,
que se vaya a la misma mierda tu navidad de prestamista abusivo, tu mísera
fiesta materialista para idiotas. Ahí lo dejé, dándole puñetazos por donde le
cayeran al maldito veterano; para mí que se lo merece el cabrón. No lo defendí.
03 marzo, 2016
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