05 marzo, 2008

Vudú


Fabricó varios muñequitos: una rubia como su madre, otro regordete como su padre, y otro más pequeño para su hermano.
Su madre la reprendió por regresar tarde del colegio y la encerró en su pieza para que hiciera deberes atrasados. Ella tomó la muñeca rubia y le clavó un alfiler en la cabeza. La madre tuvo una jaqueca atroz que la derrumbó.
Su hermano consiguió la llave de su pieza y entró a molestarla. Cuando logró expulsarlo, tomó su réplica y le clavó un alfiler en el estómago. Al hermano le vino una apendicitis fulminante.
El padre fue a su pieza para pedirle que los acompañara a la clínica, pero ella no quiso. El padre partió en su automóvil con los dos enfermos gimiendo. Ella los vio desde su ventana. Cuando perdió de vista el automóvil, fue a la cocina y puso a los tres muñecos en el horno de microondas. Cerró la puerta, apretó el botón y sentó a esperar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No quiero ni imaginarme el trágico final... ¡qué perversa!

Un gusto.

Karcoma dijo...

¿De ahí viene el clásico plato de la comida china "FAmilia feliz"?

Perro dijo...

la honestidad de los niños..

 
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