07 octubre, 2009
Estatuas en los parques
Desde el principio de los tiempos, las estatuas fueron concebidas como torrecillas de reposo para las aves y simultáneamente como repositorios de sus desechos. A estos efectos, se escogen como modelos personajes ilustres, de preferencia gloriosos, que representan odios seculares, envidia o al menos recelos. De este modo durante los plácidos fines de semana los cínicos, los apóstatas, los ácratas y los escépticos logran reponerse de sus amarguras al pasear por los parques y las plazas.
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