11 diciembre, 2011
Globalización
Fui al banco a negociar un crédito, Me dieron una tasa que me pareció buena. Al otro día había cambiado. Hacia arriba, por supuesto. Me dijeron algo sobre el efecto de la crisis en Europa. Les pregunté acaso una crisis no debiera hacer descender las tasas. El tipo me miró como se mira a un iletrado: con profundo desprecio. Quedé de pensarlo. Volví al otro día. La tasa había vuelto a subir. Por unas inversiones de los bancos chinos en Europa. Consulté si eso era bueno. Me respondieron que sí, que aumentaba la confianza. Pero subió la tasa, reclamé. Mire –repusieron- son los efectos de la globalización. Hay que entender los efectos de la interrelación económica.
Tomé el crédito. Al día siguiente iba a subir otro punto. La razón daría lo mismo. Estaba seguro.
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