29 enero, 2012

Máscaras cambiantes


Aquella curiosa máscara africana de tres puntas lo protegía, pero él ignoraba su poder. Por cierto jamás le agradeció la serie de milagros que ella pacientemente fue dibujando en su vida, hasta colocarlo en la cima. Ni siquiera la vio de reojo cuando pasaba por su lado y la máscara esperaba un signo de gratitud, una mirada condescendiente, alguna ínfima manifestación. Como coronación a esta serie de manifestaciones de indiferencia, su dueño y beneficiario la obsequió a un amigo pobre.
La máscara, desquiciada por tantas humillaciones, se consagró a hacer aún más funesta la existencia del pobre hombre. No obstante, éste ni un solo día olvidó saludarla y rogarle por un mejor porvenir, aunque no recibió más pago que desgracias mayores.
Tras muchos años en que su desdichado tenedor vivió una desdicha tras otra, la máscara reflexionó. Quizás entró en la madurez o fue nuevo capricho; muy poco sabemos acerca de los ciclos evolutivos de las máscaras. La cuestión es que la máscara prodigó a su dueño toda clase de bondades, riquezas y satisfacciones más allá de lo meramente material.
El hombre siguió agradeciendo. Ni más ni menos que antes. Así están las cosas ahora, pero podrían evolucionar de otra manera en el futuro. No lo sabemos. Las máscaras con caprichosas y volubles.

No hay comentarios.:

 
hits Blogalaxia Top Blogs Chile