LA TRILOGÍA DEL CIBORG
Diego Muñoz Valenzuela es conocido por su obra
narrativa en Chile y en el extranjero; destaca por su contribución en el género
fantástico tanto en novela como en cuento, y en llamado cuatro género
narrativo, el microrrelato. La novela que partió la trilogía, FLORES PARA UN CYBORG, fue premiada en
el concurso Mejores Obras Literarias por el Consejo Nacional del Libro y la
Lectura en 1996, y publicada al año siguiente por Random House Mondadori, con
gran presencia en medios y buen nivel de ventas. Fue reeditada en 2003 por RIL
Editores y en 2011 por Simplemente Editores; es decir, posee tres ediciones en
Chile. También fue publicada en España en 2008 y en Italia en 2013; y en 2014
se publicará en Croacia.
La trilogía del cyborg –mixtura de ciencia ficción, género negro y novela
social- está conformada por tres
novelas: Flores para un Cyborg (1997), seguida por Las criaturas del ciborg (2011) y continuada por Ojos de metal (2014). A futuro se prevé
la continuación de la serie con nuevas novelas. Las novelas que la integran se
describen en lo que sigue:
1.
Flores para un cyborg
En Flores para un Cyborg se
combinan elementos de la ciencia ficción, el género negro y la novela social
moderna. Una trama delirante conduce a un androide a trasponer el límite que
separa a máquinas y humanos, haciendo realidad el sueño de la inteligencia
artificial.
Tom, el cyborg, es construido por Rubén, un científico que aprovecha el
exilio para hacer un doctorado en robótica. Rubén diseña a Tom para contradecir
las limitaciones de sus obtusos profesores y para superar la soledad que siente
lejos de su patria. Terminada la dictadura de turno en su país, retorna con el
cyborg, cuya existencia es mantenida en secreto gracias a su aspecto y
comportamiento humanos.
El regreso será una prueba de fuego no sólo para esta dupla, sino para
todos quienes los rodean. En la tierra de Rubén sobreviven las heridas de una
larga represión. Los antiguos torturadores son prósperos hombres de negocios,
el narcotráfico y la corrupción prosperan y los políticos –carentes de convicciones-
se preocupan sólo de su bienestar.
2.
Las criaturas del cyborg
Rubén Arancibia es el experto en robótica que ha construido a Tom, el
cyborg. Creador y criatura, junto a una galería de personajes memorables, se
involucran en una peligrosa aventura cuando un misterioso personaje regresa al
país para cobrar venganza. Génesis, una organización internacional secreta que
mantiene alianzas con antiguos torturadores y agentes de seguridad, espera el
momento apropiado para regresar al poder. En el país aún sobreviven las heridas
de una larga represión y la justicia aún está lejos de imperar a causa de
fuerzas ocultas que promueven el crimen y la corrupción.
Las criaturas del cyborg, más allá del sello especial que le otorgan la
ciencia ficción y la novela negra, que asegura tensión y placer a sus lectores,
se entronca hondamente con aquella literatura que pone su centro en los asuntos
humanos .La dimensión social es un protagonista esencial de esta novela, al
igual que su prosa ágil y el sentido del humor que invitan a una lectura grata
y vertiginosa.
3.
Ojos de metal
Génesis es una organización internacional de enorme alcance, vinculada a
poderes fácticos y económicos que manejan una cohorte de gánsteres,
extorturadores y agentes de inteligencia, narcotraficantes y criminales que han
diseminado el horror por todos los rincones del planeta.
Rubén desaparece. Tom sospecha que su creador ha caído prisionero de Génesis y viaja a Nueva York para
rescatarlo. Ahí comienza el descenso a los infiernos que se ocultan tras la fachada
alegre y próspera de la Gran Manzana. Bajo las apariencias, actúan fuerzas
omnímodas y terribles que no trepidan en nada.
Rubén Arancibia ha sido raptado y sometido a indecibles torturas en un
bunker secreto. Génesis desea a toda
costa averiguar quién es el científico y si representa una grave amenaza para
sus intereses: la promoción del crimen y la corrupción.
Más allá del sello especial que le otorgan la ciencia ficción y el
género negro, que asegura tensión y placer a sus lectores, Ojos de metal se entronca hondamente con aquella literatura que
pone su centro en los asuntos humanos. La dimensión social es un protagonista
esencial de esta novela, al igual que su prosa ágil y el sentido del humor que
invitan a una lectura grata y vertiginosa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario