En su sueño, que corresponde a la
auténtica realidad, experimenta terribles pesadillas que lo enloquecen de
sufrimiento y de miedo. Al fin el cansancio lo impulsa a cerrar los ojos y
regresa a su pacífico universo de fantasmas; allí su alma se tranquiliza y
reposa, luego es presa del tedio y prepara su despertar, que es el dormir.
22 abril, 2016
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