Tiempos modernos
Cobró el sueldo. Pagó la
hipoteca, la cuota del préstamo, las tarjetas de crédito, la colegiatura de los
hijos, las cuentas de servicios. Comprobó que no le restaba ni un céntimo. Besó a sus retoños y a su mujer. Se acostó.
Cerró los ojos y se durmió. Soñó con su madre. Era un bebé feliz. Le prodigaban
besos y lo cargaban a todas partes. Sonó el despertador.
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